viernes, 31 de agosto de 2012

MASTURBACIÓN FEMENINA II

Los hombres deben aprender un tema que es, me parece, fundamental para el goce y placer mutuos: las mujeres gozamos muchísimo con el roce. De aquí que no siempre es necesaria la penetración para alcanzar el orgasmo ni para salir del hotel muy satisfecha.

Ahora, que ellos nos masturben nos proporciona una sensación morbosa especial, única cada vez. Como la de estar sometidas a ese hombre que elegimos para llevarnos a la cama de un hotel alojamiento para agotarnos entre humores y olores varios.

Algo que aclaro antes de seguir: nuestra vagina ha de estar lubricada mucho antes de llegar al hotel. A ver, que las responsables de nuestra lubricidad íntima -las glándulas de Bartholín- comienzan a funcionar cuando nuestro cerebro les anticipa que en breve tendremos actividad...

O sea, cuando estamos en la cama con nuestro elegido, en general chorreamos flujo que es el lubricante natural perfecto -junto con el semen-.

De modo que cuando el señor de turno nos besa y lame, ya está bebiendo nuestro flujo. Si nos masturba después del primer polvete y hemos cogido (follado) a pelo que no se recomienda con ligues-, tendremos restos de semen en la vagina. Esto facilitará el deslizamiento de dedos.

Es importante que el hombre entienda que nuestro clítoris es hipersensible cuando estamos excitadas (calientes) y se lo ve erecto. Para que se entienda: nuestro clítoris es como un pene pero a escala. Tiene el mismo diseño.

Al clítoris se lo puede retorcer muy suavemente, como si giraran una perilla hacia uno y otro lado, o sea, como y en contra de las agujas del reloj. claro que tendrán la precaución de o bien cubrirlo con flujo nuestro o escupirlo. Que esté lubricado es importante para no sentir dolor.

La palma de la mano es fundamental para hacernos sentir. Deslizarla sobre el clítoris y los labios de la vulva varias veces... y luego, sin dejar de hacerlo, introducir un dedo -el dedo medio- despacio en nuestra vagina.

Los dedos del señor de turno no deben estar rectos sino en forma de GANCHO. Recuerden, señores, que a unos 3 a 5 centímetros de la boca de la vagina está el punto G. Se siente como una esponjita cuando está lleno de sangre, o sea, cuando estamos excitadas.

Una vez que ingresaron los dedos en nuestra vagina y comenzaron a moverlos con rapidez y firmeza, continuamente, pero no a lo bruto... ahí sí no tienen que variar nada... A lo sumo, cuando vean que comenzamos a tensarnos en el pre-orgasmo, apurar el movimiento.

En no pocos casos -cualquiera y no es algo especial- las mujeres logramos eyacular así. Aviso, cuando lo logramos, apartarse porque expulsamos un chorro abundante y fortísimo.

Espero que les sirva lo que escribí.

Gracias por visitar mi blog.


Que estén bien


Soledad F.

sábado, 18 de agosto de 2012

Entretejido de ADN

Sé que es raro para las mentes correctas que pueden jugar alternativas pero que al momento de juzgar parecen retrotraerse al Medioevo. No obstante, como noches atrás charlé con un amigo de los que está en la lista de pendientes y me comentó que había leído la notuela de “Las Embarazadas” y que había visto mi foto allí…

Pues, nada: que en lugar de hacer una fecundación in Vitro con óvulo ajeno –y perder así los 23 cromosomas que nos dan continuidad histórica y familiar-, me pidió, hablé, pensé, lo charlé con quién debía hacerlo, se molestó, luego se calmó, más adelante saboreó la idea como buen perverso que es y, finalmente viajamos a Huelva que es donde vive mi hermana con su marido.

Calculamos el viaje para llegar en mis días fértiles a la península. Una tontera, porque la adaptación mutua con el inoculador demandó más tiempo. Aunque durante ese lapso bien que nos conocimos…

Como la única condición que existía fue la de hacerlo en Donostia, una semana después de terminada mi regla, viajamos. Él y yo, sin testigos que nos preguntaran el consabido “¿Y, qué tal?”.

Nos excedimos en la búsqueda y cuando a los 31 días no tuve noticia de don Andrés, digamos que no necesité del test para saber que ya estaba gestándose un nuevo ser.

Así fue, con felicidad plena, robustez y también belleza, porque Mikaela es una niña preciosa y, si por alguna razón debieran de analizar su ADN, mi hermana será la madre biológica ya que nuestra consanguinidad en segundo grado nos brinda identidad semejante.

Eso fue todo o nada menos…

¿La foto? Un recuerdo para mi amigo, el de pendientes. Porque esto, para él, fue una sorpresa (espero que grata)

Gracias por visitar mi blog.


Que estén bien.



Soledad F.

jueves, 16 de agosto de 2012

Un remanso

Poco hay que decir respecto de las maravillas -al menos para mí- que muestran y connotan estas fotografías. Que las disfruten



Gracias por visitar mi blog

Que estén bien


Soledad F.