lunes, 16 de julio de 2012

Seguridades y sensaciones

Días atrás una de mis amigas más compinches me relataba la negra anécdota que vivió una colega con un señor que conoció en un pub y con quien decidió pasar una noche de jolgorio y placer compartido.

Hete aquí que la susodicha, tal vez por exceso de Claritos o por una inmanejable calentura, aceptó todo lo que no hay que aceptar bajo ningún tipo de argumento o falsas justificaciones

¿De qué hablo? De aceptar, primero, subirse al coche del nuevo affaire; y, segundo y más grave, aceptar ir al departamento de ese señor desconocido

Subirse al coche de un desconocido no es tan grave. Salvo que el sujeto esté totalmente desquiciado al momento de arrancar y sufra un brote psicótico agudo y haga rodar el vehículo a una velocidad de autódromo en una zona descampada y solitaria. Salvo una cuestión de este tipo, tenemos muchos modos de zafar de una situación que puede tornarse peligrosa para nuestra integridad física en un coche.

Pero más que actitudes o acciones de tipo artes marciales, lo mejor es incorporar en nuestra mente, como reacción posible e inmediata, el concepto de que los hombres tienen por sus huevos adoración y sumisión. Por ende, cualquier golpe, apretón o impacto en ellos deja al agresor fuera de combate durante más de 5 segundos. Tiempo suficiente para que destrabemos la puerta, abramos y nos bajemos del coche. Si éste, el vehículo, está circulando, no dudar en darle un manotazo a las llaves de contacto y apagar el motor.

Si el sujeto, durante dicho lapso, recuperó reacción, entender otra cuestión básica: el triángulo imaginario que forma la nariz y el mentón pasando por la comisura de los labios, es un punto clave. Un golpe fuerte y ascendente en la base de la nariz… y que te vaya bien, bonito.

Otra zona muy sensible -y más en un coche-: los muslos interiores del atacante en la zona cercana a las íngles. Apretar con un pellizco lo grande que abarque nuestra mano y no soltar, hará que el hijo de puta pretenda deshacerse de nosotras. Soportemos golpes en la espalda, pocos, porque con los huevos en la nuca y un muslo bajo estado de dolor permanente, el tipo está en desventaja.

A esta altura ya nos habremos bajado o arrojado del coche. Obviamente si no nos importa salir a la luz, llamar a la policía y que a ese infeliz lo metan preso, aunque sea durante 48 horas o 5 días hasta la presentación ante el Juez de Garantías.

Si no, si lo nuestro es clandestino, escapar del lugar lo más rápida y ágilmente posible. De haber un bar, confitería, pub en las inmediaciones, meternos allí. Aunque esto último puede derivar en un escándalo policial, pero sería menor al que podríamos adquirir si en el acta policial figura que estábamos a bordo del coche del desconocido… Siempre podremos justificar que ”estaba tan deprimida…”.

Pero si vamos a un departamento…

Claro que también es factible huir si la cosa se pone color violeta con tendencia al negro absoluto. Aunque es mucho más difícil.

De todas maneras, sea en un hotel o en el departamento del desconocido (donde aceptamos ir en el momento de imbecilidad extrema que nos ataca a veces cuando creemos que podemos controlarlo todo… ), lo que debemos de tener muy en claro es que huir es huir, no importa si estamos completamente desnudas o con lencería de AP. Mejor que nos vea el mundo antes de que terminemos en una zanja abiertas desde la boca de la vagina hasta el cuello…

Entonces ¿No salimos más de cacería

Nadie ha dicho tal cosa y mucho menos yo. Pero tener siempre en cuenta que el mejor lugar para llevar a un señor desconocido es un hotel alojamiento, albergue transitorio o telo, como cuadre mencionarlo en el momento crucial.

No hay garantía del cien por cien de que estaremos híper-seguras en un hotel con un tipo que conocimos hace no más de una hora en un boliche. No. Pero tendremos en un hotel, más posibilidades de zafar tan rápido como intuyamos la declinación racional de nuestro eventual compañero sexual. Para que esto sea posible, ocupemos el lugar en la cama más cercano a la puerta de la habitación. Para esta ubicación son ideales los hoteles no tan caros, no tan fashion, no tan ”es genial ¿viste?” (nota: pronunciar imaginando que tenemos varias papas en la boca…ah, y tartamudear un poquitín, queda regio…).

En efecto, lo que queremos es coger con ese señor, no hacer una crítica sesuda sobre los aspectos decorativos, los espacios libres, el connotado estético y el metamensaje que nos envió el decorador o arquitecto. No. Queremos coger. Entonces lo que se necesita es una buena cama y un baño limpio. Además del señor dispuesto, claro… Pero nada más.

Si nuestra zona o coto es el centro de la ciudad, hay muchísimos hoteles alojamiento que reúnen las características de poca decoración superflua, elementos básicos de buena calidad (cama, colchón, piso;baño) y punto. No necesitamos más. En todo caso la diferencia dineraria que le hacemos ahorrar al sujeto en cuestión, que lo invierta en champagne, por ejemplo. Pero esto último cuando pudimos esbozar un diagnóstico de estabilidad mental aceptable en el dicho sujeto.

En cambio si la zona está en los barrios de la ciudad o bien en provincia, cada una tendrá el buen tino de consultar en Google o donde sea, la cantidad de hoteles alojamiento que funcionan allí.

Ojo, no decirle al ligue, una vez puestas en situación positiva con él: ”Ah, vamos al hotel La Pirula Verde que está aquí nomás”. Es decir, no se lo digamos si nuestro plan de cacería es bajo el personaje de mujer joven, casada con señor que no la atiende… triste, ansiosa y muy nerviosa.

Ahora si ese día salimos en plan de "Completo tanto, papi” entonces sí ubicar los hoteles e incluso comentar sobre las ventajas de unos sobre los otros y así…

Por último

Supongo que los moralineros y los cornudos que no saben que lo son, de leer esta larga notuela, denostarán contra su contenido y, principalmente, en contra de mí, su autora. Pero no interesa demasiado lo que digan aquellos y estos, sinceramente.

Cuando nos decidimos a salir de cacería, debemos dotarnos de algunas cuestiones básicas y dejar en casa o en el coche, otras, a saber:


  • No llevar documentos personales en la cartera, ni tarjetas de crédito ni tarjetas personales. Nada que pueda identificarnos.
  • No ir a la cita en el coche propio o, al menos, no llegar al lugar en nuestro coche. Siempre dejarlo en un estacionamiento cercano –donde dejaremos en el baúl, documentos y efectos personales identificatorios-, y caminar o tomar un taxi.
  • No llevar el o los celulares en la cartera cuando vamos ya a la cita. En todo caso si el guardián acostumbra a llamarnos a esas horas, derivar la llamada al número fijo de nuestra casa. Ya habrá tiempo para urdir una explicación plausible, como por ejemplo, que no funcionaba el auricular del aparato.
  • En la mayoría de los hoteles pueden conseguirse preservativos. Si no estás segura, llevá una cajita de forros.
  • También, una caja de condones femeninos, por las dudas el señor de turno diga que con un forro “no siente nada”.Estos elementos pueden ocultarse en el baúl del coche, debajo de la alfombra o en la caja de herramientas de fábrica o en un bolsillo especial en el respaldo (que da al baúl) del asiento trasero


Vos, colega, dirás que estoy loca o soy paranoica… Decilo, está bien. Pero la conclusión de lo que sucedió con la amiga de mi compinche, la del principio, que aceptó ir al departamento de un levante, fue que ocupó la cama de un hospital público y luego fue trasladada a la clínica de su pre-paga, a Terapia Intensiva, golpeada, cortada, costillas rotas y un sinfín de calamidades, después o durante la violación de la que fue víctima por parte de ese levante y cinco de sus cómplices.

Una ultimísima

Se venden libremente –y no hay delito en ello- elementos de seguridad personal que son muy eficaces al momento de zafar de una situación cuyo final es impredesible en cuanto gravedad pero sabemos que será ominoso.

Uno de esos elementos es la picana eléctrica portátil. Chica, fácilmente operable, dispara una descarga que deja al agresor turulato durante más de 5 segundos.

El otro elemento es el aerosol con gas pimienta paralizante. Ahí escucharemos llorar desconsoladamente a un macho. Eficaz para repeler a un hijo de puta y darnos a la “fuga”.

Ambos son fácilmente obtenibles. Incluso por Internet. Les recomiendo dos páginas:

  • Guardianes de la Patagonia cuyo sitio está en http://www.guardianesdelapatagonia.com/picana.htm
  • Y Mercado Libre en http://listado.mercadolibre.com.ar/picana-defensa_DisplayType_G_OrderId_AUCTION*STOP_AuctTypeID_AFP

Copien la URL y péguenla en el navegador.

De todas maneras, no dejemos de coger con desconocidos que es lo más excitante, morboso, arriesgado y adrenalínico que hay en plaza


Una de las tantas fotos que me sacaba mi tía, hermana de mamá.

Gracias por leer hasta aquí.

Que estén bien.


Soledad F.

No hay comentarios:

Publicar un comentario